Rioja Oriental es tierra con nombre de vino, donde la tradición se une con la tecnología para crear los vinos tan apreciados de la región, con características propias inimitables.
Con el tiempo, en Rioja Oriental se ha creado una cultura muy interesante y particular en torno al proceso del cultivo de la vid y de la elaboración del vino. Destacan municipios como Aldeanueva de Ebro, Ciudad del Vino de ACEVIN, donde podemos visitar el Museo del Vino, y un lugar de referencia para visitar y conocer la cultura vitivinícola de la zona.
Sin embargo, para conocer a fondo el vino de la zona, debemos abarcar mucho más y visitar más municipios como Alfaro, Autol, Quel, Tudelilla, Arnedo, Alcanadre o Grávalos. Lugares en los que podemos conocer la coexistencia de bodegas familiares con bodegas mucho más industriales y modernas.
Si nos queremos remontar al origen, debemos de irnos a la época romana, ya que los habitantes de aquel entonces apreciaban el vino de la zona e impulsaron el cultivo de la vid. Posteriormente, fueron las comunidades religiosas las que se encargaron de la elaboración tradicional del vino.
En el siglo XIX, la Rioja vive su peor momento, una enfermedad afectó a las vides, la filoxera, y arrasó la gran mayoría de los viñedos. Una vez sobrepuestos de este gran problema, en 1920 se protegió el nombre de “Rioja” en España, y unos años más tarde, en 1925, se estableció la primera Denominación de Origen de España.
Al año siguiente, se creó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja, a día de hoy el órgano regulador y de control del vino de Rioja y máxima garantía de su calidad, que obtuvo la calificación en 1991 convirtiéndose en la primera Denominación de Origen Calificada de España.